miércoles, 10 de agosto de 2011

The Thing

Después de presenciar “The Thing”, no volveré a ver cine de la misma forma, no pensare lo mismo antes de dormir, ni los mirare a la cara como antes lo hacía. Porque he saboreado la viscosa sustancia que escurre por los dedos de John Carpenter, y pese a que sus crujires provengan de un tiempo para mí no vivido, la experiencia resultante absorbe la realidad.

Los latidos que rebotan en los cascos destruidos del invierno polar, marcaran mis pensamientos, susurrando por mis corneas la dirección de la vista, hacia las entrañas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario